viernes, 9 de noviembre de 2007

May: más guapa que cualquiera


May se ha convertido (y por mucho) en mi psicópata favorita. Desde Carrie no aparecía una chica tan entrañablemente desquiciada. Por esas cosas que tiene el cine muchos no tienen idea de la existencia de la película May, pese a que han pasado ya cinco años desde su estreno en Estados Unidos.

Por mi parte confieso haberla visto hace apenas un par de semanas, y eso sólo por obra y gracia de que vivo bajo el mismo techo que un cinéfilo.

No soy afecto en desbordarme en halagos cuando una película me parece maravillosa, así que no lo haré, pues carezco de todos los conocimientos de los que tanto se jactan y cacarean poseer los que escriben en revistas de cine, quienes creen tener el derecho celestial de otorgar a las películas calificaciones incomprensibles como pueden ser, por citar algunos ejemplos, cinco lunas y dos cuartos de luna, o tres estrellas y un medio de estrella, o cinco frambuesas y dos sandías, etcétera.

Me limitaré sólo a recomendártela, esperando logres derrotar a tu curiosidad y no entres al Youtube a ver el tráiler de la película, el cual (como suelen hacerlo los avances del cine) te arruinará la experiencia de verla, ya que además de presentarte los momentos climáticos de la cinta, te la vende como si fuera una vulgar película de terror cuando en realidad es una comedia con un humor negrísimo, llena de situaciones embarazosas y momentos muy divertidos. Incluso el poster, que aparece sobre este escrito, es una imagen muy equivocada de lo que en realidad te espera en May.

Si la encuentras en el video club pirata o no pirata de tu preferencia (no quiero ni imaginar el espeluznante título que la habrá puesto el genial comité encargado de poner los títulos a las películas extranjeras en México) no dudes en rentarla, y si no la encuentras bájala de Internet y te garantizo hora y media de suspenso, risas y diversión pura.

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