jueves, 27 de diciembre de 2007

O sea, la neta, chavos, no se equivoquen

Padres y madres moralísimos de Campeche, no se equivoquen: sus hijas son inocentes. Todo es culpa de lo malvados hombres borrachos que andan sueltos y locos por los calles atentando en contra de sus bellísimos retoños. Yo que ustedes, decretaría ley seca por toda la eternidad (sobre todo en estas fiestas navideñas, cuando casi nadie toma). Así se evitarían este tipo de penosos accidentes.

Hoy le ocurrió a Dulce, pero mañana, quién sabe, puede ser su hija quien sea victima de un choque de carro. Las secuelas pueden ser terribles e irreversibles como en el caso de Dulce, que después del impacto millones de neuronas murieron al instante en su cerebro, haciéndole perder parcialmente la capacidad del habla.

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