lunes, 17 de marzo de 2008

Super Xuxa contra el Baixo Astral


Si en algo podíamos considerarnos afortunados los niños lationamericanos que crecíamos durante la década de los ochentas, era en que en nuestros televisores nunca hubo escasez de niñeras ardientes que nos tomaran de la mano y nos condujeran por el tortuoso y humillante sendero que desemboca en la masculinidad. No estoy hablando de las rameras que salen en Muévete o RBD ni de idiotas asexuales como Tatiana, que han condenado a la metrosexualidad a tantas de las últimas generaciones. Me refiero a esas mujeres ideales, perfectas para nosotros en aquél entonces pues combinaban la dulzura de nuestra mamá con la apariencia (y el gusto en el vestir) de las señoritas que aparecían en los anuncios de ropa interior en las revistas; esas damas que no perdían la dignidad ni aunque los perversos productores las hacían vestir shorts de media nalga: las conductoras de televisión infantil del pasado. Aquí en México tuvimos a Gaby, Liza y las Teveítas de T.V.O.; en Venezuela y Perú tuvieron a las Dalinas de Nubeluz (hasta que una de ellas se suicidó, q.e.p.d.), pero nadie tuvo tanta suerte como los niños de Brasil (los verdaderos, no los clones de Hitler) que pudieron disfrutar durante su infancia del show de la inigualable Xuxa Meneghel.


Estoy seguro de que hace 20 años, cuando se estrenó Super Xuxa contra o Baixo Astral (creo que significa algo así como "mal humor"), fueron muchos los padres de familia que interrumpieron el sueño de sus retoños con tal de llegar a tiempo a la matiné. "Papá, no quiero ver esa película" "No importa, de todas formas vas a verla"; no tengo la menor duda de que ese intercambio se produjo un millón de veces en los días en que ésta película estuvo en cartelera. Digo, mírenla. ¿A alguien se le ocurre una mejor forma de hacer que un señor libidinoso acompañe de buena gana a sus hijos al cine? A mí no. Les cuento la película:


Nuestra historia comienza en una tradicional guerrilla de favelas. Ustedes saben cómo se ponen los niños pobres de Brasil de vez en cuando: lo único que puede tranquilizarlos es empuñar sus semiametralladoras y hacer correr la sangre. Sin embargo, cuando la violencia está lista para estallar, llega Xuxa en su motocicleta y les reparte a todos pinceles y pintura de colores. "Hay que mariconizar la favela", ordena. Y cuando Xuxa habla, uno obedece.

¡Misión cumplida! Los niños dejan el barrio listo para celebrar una marcha del orgullo gay o un concierto de Kylie Minogue (que son básicamente la misma cosa). Los niños están felices, y cómo no lo estarían, si durante la pintadera Xuxa no dejó de bailar y retorcerse para ellos.

En un mundo subterráneo vive un villano, el Baixo Astral. Él y sus secuaces se dedican a hacer maldades a los habitantes de la tierra, y disfrutan al ver nuestro sufrimiento; por ello, nada los hace más felices que ver las noticias.

De repente algo extraño pasa: hay un enorme arco iris y los niños cantan y bailotean. Los reporteros entrevistan a la responsable de tal suceso: Xuxa. Ella deja ver a los televidentes cuánto ama a su perrito Xuxo. Un siniestro plan comienza a formarse en la mente del Baixo Astral.

El Baixo Astral envía a sus secuaces a secuestrar a Xuxo para bajarle los ánimos a la rubia. "Busquen la casa que parece un set de película porno, ahí la encontrarán", o algo así les debe haber dicho. Cuando Xuxa se apendeja, los villanos raptan al cachorro.

Aquí podemos ver a Xuxa buscando a su perro.

Y aquí la vemos llorar desconsolada porque no apareció. ¡Pobrecita Xuxa!

Esto no tiene la menor relevancia para la trama, pero los malhechores también secuestran a uno de los vagos que participaron en la trifulca al principio de la película.

Este niño le da a los realizadores la oportunidad perfecta de, cuando menos lo esperamos, sorprendernos con su sutileza para el product placement. Esa Coca se la ofrecen al chamaco a cambio de hablar. No sé de qué; de hablar de algo.

Xuxa descubre que su televisión está actuando de una manera muy rara. Cuando se acerca al monitor, unas manos siniestras aparecen detrás de ella y la hacen brincar horrorizada, metiéndose en la pantalla. Entra a un mundo tenebroso de luces estroboscópicas y terrible música ochentera de sintetizador, donde manos con garras intentan agarrarle las pechugas. Escapa corriendo a toda prisa.

Xuxa camina sin rumbo por un sendero oscuro hasta toparse con una pared que parece interminable, que piensa no va a poder cruzar. Una gusana viejita que vive en el muro le dice: "No seas bruta Xuxa, ¿qué no viste 'Laberinto'? La estrenaron hace apenas dos años, y pasaba lo mismo que acá. La pared en realidad no era interminable; era una ilusión óptica. Aquí es el mismo cuento. Nuestro guionista la vió y le encantó."

La gusana chorrea un poco de líquido semin... digo, "baba mágica" sobre el dedo de Xuxa, y en su uña aparece un arco iris. "Te ayudo a cruzar el muro, pero tienes que hacerlo bailando", le dice.

No se lo tienen que decir dos veces: Xuxa baila alegremente para atravesar la muralla. ¿Quién lo hubiera imaginado? ¡La longitud del muro sí era una ilusión óptica! Xuxa aprovecha los espejos utilizados en el engaño para hacer toda clase de suertes divertidas.

La gusana se une a Xuxa en su viaje. Llegan a un desierto donde unos títeres hacen crecer unas plantas. No pasa nada interesante de momento.

Nuestra heroína atraviesa el desierto y llega al mar. Cuando comienza a lamentarse porque nunca podrá cruzarlo, un horrible chillido llama su atención. Es un delfín que se encuentra atrapado en una red. Xuxa lo libera.

En agradecimiento, el delfín le ofrece llevarla hasta el otro lado del mar. Xuxa acepta y antes de que nos demos cuenta ya está cabalgando la fálica, rosada y pegajosa bestia.

Al otro lado de la playa la esperan otras criaturas poco interesantes, de las que es preferible no hablar.

Salvo por la anciana-tortuga, que es una de las bestias infernales más terroríficas que he visto en mi vida. Ella le dice a Xuxa que si quiere saber cómo encontrar a su perro debe leer un libro, porque en ellos están las respuestas a todas las preguntas.

Xuxa tropieza y descubre que en ese lugar los libros crecen en los árboles, como frutas. Nosotros descubrimos que los shorts que usa Xuxa son los verdaderos héroes de esta película (como si no nos hubiéramos dado cuenta desde antes).

Xuxa le canta alegremente a los árboles y a los libros, ordenándoles que le revelen sus secretos.

Y a las reatas. También le canta a las reatas largas, gruesas, nudosas y terribles, como la de Pelé.

Como era de esperarse, los árboles terminan por ceder y responden a toda pregunta de Xuxa. Le dicen que para encontrar a su amigo tiene que treparse en ellos.

Al ir subiendo por las ramas, Xuxa conoce a más personajes estrambóticos, que sin embargo no son de trascendencia alguna para nuestra historia.

A Xuxa le divierte ver cómo sus amigos del mismo sexo se besan en la boca. "He visto a gente hacerlo en las películas", piensa.

De repente, Xuxa pierde la fuerza y cae al vacío.

Cuando está a punto de hacerse mierda en el piso, se convierte en una mariposa y vuela por los aires. Creo que su transformación tuvo algo que ver con su uña de arco iris.

Xuxa llega al cielo y descubre allí unos cristales brillantes y misteriosos, que la invitan a tomarlos.

"¿Por qué no? ¿Cuándo le han hecho mal a alguien unos inocentes cristalitos?", piensa la inocente.

Mira tú. Resulta que eran cristales mágicos que te aceleraban y te hacían ver visiones.

Por si a estas alturas todavía no les quedaba perfectamente claro, a Xuxa le gusta ponerse a bailar cuando está contenta. Y cuando está triste. Y cuando está cansada, o tiene miedo, o quiere hacer pipí. Así es ella.

"Ah, qué buenos me resultaron estos cristalitos. Voy a llevarme unos cuantos para venderlos en las favelas", piensa nuestra cada vez más astuta heroína.

Xuxa llega finalmente al territorio del Baixo Astral. Para llegar a él tiene que atravesar una oficina donde le piden que llene toda clase de papeleo, entregue identificaciones con copias notariadas y muchas cosas más. Unas lianas maños asatrapan sus ardientes muslos de amazona. Xuxa se siente sucia al oír hablar de tantas formalidades y documentos.

"Bu-ro-cra-¿qué? ¡La brasilerinha no entiende palabras de cuatro sílabas; ella solo entiende de baile!", y dicho y hecho, Xuxa baila rabiosamente y escapa de esa oficina. No va a dejar que cosas como "las leyes" la detengan en su búsqueda.

Las pulgas de Xuxo montan un número musical. Son bichos talentosos, pero, ¿a alguien le interesará?

Xuxa llega a las afueras de la guarida del villano. Un guardia la detiene.

Le dispara una repugnante sustancia viscosa y blanquecina en el rostro, que ella se limpia asqueada.

Xuxa huye del guardia, pero para nuestra buena fortuna es una huida accidentada: cae en más de un par de ocasiones. Un motociclista la rescata y la lleva con el Baixo Astral.

Cuando se topan frente a frente, el malvado le empieza a bajar el ánimo a Xuxa. Creo que le habla del mundo, de lo inútil que es todo lo que trata de hacer por los niños, o algo así (no hablo portugués, la película no tiene subtítulos; disculpen si no puedo decirles exactamente lo que está ocurriendo).

Xuxa comienza a transformarse en un monstruo, y entonces...

...¡llega Xuxo y la despierta de su trance!

Xuxa está lista para pelear otra vez. Luego de un par de eventos que no considero importante revelarles, termina luchando a jalar la cuerda contra el villano y sus compinches.

"¡Oigan, si vinieran a ayudarme a jalar la cuerda a mí podrían ponerse a mis espaldas y apretujarse con fuerza! ¡No me voy a quejar, porque van a estar ayudándome!", les dice a los secuaces (o algo por el estilo).

¿No les dije que Xuxa se ha vuelto cada vez más astuta en el transcurso de la película? Xuxa y sus nuevos aliados combaten contra el Baixo Astral, entonces a ella se le ocurre un brillante plan para eliminarlo:

"Tengo algo más fuerte que tu odio, Baixo Astral: ¡el perdón! ¡Te perdono, Baixo Astral! ¡Y si eso no funciona, tengo mi cristal mariconizador! ¡Mariconización, yaaaa!". Xuxa gana la batalla. El villano es desintegrado y todos ríen de placer.

Xuxa regresa a las favelas a continuar con su colorida labor. Al parecer un poco de radiación mariconizadora alcanzó al más robusto de los secuaces del Baixo Astral, como pueden ver en la primera imagen.

"¡Ups, daño colateral! ¡Hay uno en cada familia, no se traumen!".


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Rodrigo:

Por una feliz coincidencia, dí con tu blog.

En este desangelado jueves de Semana Santa, fue un verdadero
placer leer tus reseñas de películas. ¡Están buenísimas y super
divertidas! Jajaja, todavía me estoy sonriendo.

Muchas gracias por la dosis de buen humor.

Recibe un cordial saludo desde la Perla tapatía, en México.

Alejandra
www.alejandraaceves.com
www.alita.com.mx

P.D. Según lo que he escuchado en Brasil, "baixo astral" es más
bien como estar "medio depre" o de "capa caída".

Anónimo dijo...

Xuxa diosa!!! Que hermosa, sin dudas la mejor de todos los tiempos!!! Baixo Astral seria lo que es para ustedes los mexicanos la "mala vibra". Como dijo alguien por aca, si estas de "alto astral" estas de buena onda y si estas bajoneado estas en el "bajo astral" arriba los astrales com la Reina Xuxa!!!!!!

Andrés dijo...

Buenisimo aporte!! Esta pelicula es recordar los años 80´!! Muy buen comentario.. Felicitaciones..
Buen Blog.. Te invito a visitar el mio.. Saludos Cordiales.. :)

Unknown dijo...

Muy buena la reseña/sátira de la película de Xuxa, mi parte favorita lejos que recuerdo de niño es el copiazo de la película "Laberinto" y el muro sin fin. Xuxaaaaaaaa babaaaaaa

Anónimo dijo...

Donde está la visa sadomasoquista que le pide el secuaz??, es la clave para entender la historia :(

Anónimo dijo...

Una mierda total esta página. Dan lastima