jueves, 8 de enero de 2009

The Wrestler




A Mickey Rourke tendrían que darle el Oscar. Y todos los premios de este año. Ese señor lo merece porque desde hace tiempo se convirtió en una especie de “El Hombre Elefante” en versión moderna, o sea, no tan repulsivo, incluso al grado de llegar a calentar a ciertas mujeres pervertidas y/o solteronas bastante desesperadas.



Tiene que ser duro levantarse todos los días y verse convertido en un monstruo cuando antes eras uno de los rostros más sexys de la farándula. Por eso hay que darle todos los galardones a Mickey, porque en vez de cortarse las venas, se puso a hacer películas increíbles como Sin City (donde hubo que maquillarlo muchísimo para que no asustara a la audiencia) y The Wrestler (donde también lo maquillaron mil horas para que los niños no lloraran en el cine).


Señoras y señores, The Wrestler es una película prodigiosa que todos tienen que ver. Todos. De preferencia solos.

P me dijo:

-Lloré a mares con The Wrestler.

A las dos de la mañana, seguro de que nadie me pillaría llorando (porque soy un macho que nunca llora en público), vi la película. Casi me ahogo por culpa de un inmenso nudo que se me formó en la garganta por intentar hacerme pasar por un macho, y, finalmente (era mi hombría o mi vida) me solté a llorar a mares. A moco tendido. Incluso me fui a dormir llorando y desperté llorando.

Naturalmente a la hora del desayuno tuve que decirle a todos que usaba las gafas oscuras porque había amanecido con conjuntivitis.

Por favor, no malinterpreten mis palabras. No crean que les estoy recomendando ver una mariconada de película. De esas de época donde mujeres que casi siempre son Winona “La Ladrona” Ryder o mujeres idénticas a Winona “La Ladrona” Ryder mueren de viejas esperando a sus maridos que se fueron a luchar al campo por la independencia de los Estados Unidos. No. The Wrestler, como su nombre lo dice, trata de un luchador de lucha libre. De esos de la WWF o W o como se llamen ahora las luchas en el país del otro lado del muro.



Mickey Rourke interpreta a Randy “El Carnero” Robinson. Un ex campeón de lucha libre en los años ochentas. Sin embargo, ahora vive en una casa que es una especie de remolque. Hay veces que el señor de la renta le pone candado a la puerta porque “El Carnero” se atrasó en el pago por comprar medicinas para el dolor y anabólicos para seguir fuerte a pesar de ser un casi anciano; esto gracias a que los dólares recibidos por luchar en teatros diminutos o en auditorios de preparatorias no son los mismos que recibía años atrás en las arenas donde entraban cincuenta mil aficionados enloquecidos coreando su nombre: “Ram, Ram, Ram…”.

La película es una gloria porque te muestra el trasfondo y la otra cara de la Lucha Libre. Ese deporte que para muchos no es un deporte porque las peleas están arregladas y los atletas son hombres llenos de esteroides que visten mallas y tangas diminutas de colores escandalosos.



“El Carnero” a pesar de que su fama está en el ocaso, por no decir que es casi nula, todos los que lo rodean: colegas, vecinos, etcétera (excepto su jefe en el supermercado) lo respetan y quieren mucho. Y ese respeto y amor es recíproco. Por eso “El Carnero” es un hombre con un corazón casi de oro. Casi porque tiene una hija a la cual nunca ve. Una hija de la cual desconoce todo (qué música le gusta, qué ropa le gusta, qué comida le gusta), salvo una cosa: sospecha que es lesbiana. Su hija es la protagonista de Across the Universe. O sea, la bellísima Evan Rachel Wood. Aparece unos minutos pero su actuación es fantástica. Inolvidable.



También aparece (igualmente inolvidable) Marisa Tomei. La chica que ganó el Oscar en el 92 a Mejor Actriz por Mi primo Vinny y luego se dedicó a hacer puras porquerías y desapareció en limbo (al menos en el mío) hasta que resurgió el año pasado más desnuda y más puta que nunca en la gloriosa película Antes de que el Diablo sepa que estás muerto.



En The Wrestler, Marisa es más puta y está más desnuda incluso que en el 2007, esto debido a que su papel es de puta, o mejor dicho, de striper. Y como todas las stripers que trabajan en los teibols que se den a respetar, tiene un hijo. Su fantasía (como el 99% de las stripers con hijos) es mandar a la mierda su trabajo y reformarse antes de que en el colegio los compañeritos de su retoño empiecen a decirle que su mami muestra las tetas por dinero.

La historia de un luchador acabado y una puta con corazón noble sólo podía terminar en una cosa: una película extraordinaria.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay infeliz, debería demandarte por libelo. Dije que "casi lloré" con esta película (no pasé de quedar con ojos de sapo; nada de mares de llanto).

Te recuerdo que un par de años antes de que Marisa Tomei mostrara los chuchos en "Before the devil knows you're dead" recibió otra nominación al Oscar a la Mejor Cachetada (la recibió de Sissy Spacek, también nominada) por "In the bedroom". Para todos ese fue el momento en el que se reivindicó luego de tantas historias en torno a su triunfo supuestamente fraudulento por "Mi primo Vinny".

Mickey Rourke se merece todos los premios del mundo por su actuación en "The Wrestler". Creo que incluso si se enfrentara a Daniel Day Lewis interpretando a Fulano Plainview de "There will be blood" debería ganar. Es más (no le digan a nadie que dije esto), si se enfrentara a Robert DeNiro interpretando a Jake LaMotta también le daría el premio a Rourke. Tanto así me gustó su interpretación.

A Rourke le pisa los talones (de hecho es el favorito) Sean Penn como Harvey Milk, y en tercer lugar está Frank Langella como Richard Nixon (y ya sabes cuánto le gusta a la Academia premiar a quienes interpretan a personajes históricos).

Anónimo dijo...

jesus santo!!!
hay que correr a verla x dioss!!
cuando sale???

Anónimo dijo...

la cinta es excelente, sin embargo creo que hay mucho más dramatismo en las historias de la lucha libre nacional, ahí están los casos de Fray Tormenta,Kahos,porque no tambien a Dogna Vicki, Black Shadow, Super Astro, y sobretodo, el Solitario, esperando a que alguien sea capaz de poner en celuloide sus historias

Rodrigo Solís dijo...

Anónimo: quién sabe, si le dan el Oscar a Mickey, ten por seguro que la estrenan a día siguiente todos los cines de México.