viernes, 30 de diciembre de 2011

¡Feliz Navidad y Año Nuevo te desea C&A!


Por favor, lean esta carta que llegó a mis manos por equivocación. No tiene desperdicio. Es la carta perfecta. La carta del terror. Ni Al Qaeda, ni ETA, ni ERI, ni PETA, ni la iglesia católica, ni ninguna otra organización terrorista pudo redactar algo tan brillantemente atemorizante. Todas las mayúsculas y los signos de admiración fueron colocados con una malévola genialidad. Me pongo de pie.




El día que la realidad y la ficción se encontraron

jueves, 29 de diciembre de 2011

Un candidato muy “open mind”


Si pensaban que los panistas eran todos unos mochos y católicos recalcitrantes, están muy equivocados. Alejandro Abud nos demuestra que es un hombre abierto a todo tipo de relaciones, por eso convoca a todos los habitantes del Cuarto Distrito de Mérida a darse una encerrona con él. 




Si vives en el Cuarto Distrito, por fa, toma muchas fotos y súbelas al Face y al Twitter. Nos morimos de ganas de ver las delicias que ocurrirán en el cuarto.

Los referentes de México



La gráfica que aparece sobre estas líneas refleja a la perfección a la sociedad mexicana. Podrían sacarse mil y un conclusiones, pero la única con la que me quedo es que Carlos Loret de Mola no es un periodista, sino una comadre.

AQUÍ el top 50 completo.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Los niños siempre tienen la razón






“Prometo solemnemente subir el índice de güeros en la República”



“Santiago sí cumple”



“Pues qué te digo, mano, ojalá este país no estuviera lleno de indios”



“Ash, y yo que quería ser la primera dama”



“Lo prometido es deuda, por un México más blanco”



“Yo, yo, yo quiero un hijo blanco”



“Jijiji sigue soñando, si quieres te presento a mi compadre”



“Yo sí te relleno el pavo de cordero, mamacita”



“Ash, la viuda negra voy a ser, estos indios son más calientes”



“El blanco, el blanco, queremos al blanco”



“En esta gráfica claramente vemos que Creel es el candidato más blanco para los niños”



“Exijo un recuento”



“Entre si son peras o si son manzanas te encargo uno bien blanquito, ya ves que la Martita es insaciable”


“Prometo 5 hijos blancos por cada indio que nazca en México”



“Así es señorita, hasta presidente de los Estados Unidos parezco. Y hablo inglés, no como otros”






martes, 20 de diciembre de 2011

Orsai Mérida-Campeche



Se un hombre inteligente como yo y dile a tu chica que esta navidad te regale tu suscripción a Orsai.




La fotografía que ven sobre estas líneas significa que durante el año 2012 (si ustedes así lo desean, y siempre y cuando vivan en Mérida o Campeche) podré ser su amable distribuidor de la mejor revista del mundo.

Si creen que exagero en eso de la mejor revista del mundo, den clic AQUÍ y ya verán que tengo la boca llena de razón. O vean este hermoso video.





El próximo año Orsai será bimestral, es decir, serán 6 revistas. No pierdas más tiempo y compra tu suscripción anual AQUÍ.


jueves, 15 de diciembre de 2011

Un video de huevos


Nunca había visto el videoclip de la canción “yo no sé mañana”, hasta el sábado pasado, tomando una cerveza en un bar (heterosexual). Puede que el comentario que haré a continuación ratifique en la cabeza de las personas que creen que soy puto, que en efecto, soy un puto: sean brutalmente honestos, y con la mano en el corazón, digan si no les incomodó el pantalón del señor Luis Enrique; jamás vi a un cantante que le campanearan tanto los huevos en unos pantalones de mezclilla.

 

viernes, 9 de diciembre de 2011

Reconstruyendo a papá


-Sólo los pendejos se mueren -decía papá con magnificencia, descaro y con un airecillo de semidios del Olimpo.

Mamá, aterrada, le decía que dejara de decir esas cosas, que todos nos íbamos a morir tarde o temprano, pendejos y no pendejos. Papá me miraba de reojo y se reía. Le gustaba asustar a mamá. Luego decía que su máximo sueño en la vida era comprar una avioneta y manejarla él solito hasta el Gran Cañón del Colorado y estrellarse contra una de sus montañas de roca.

-Deja de decir sandeces -le reprimía mamá.

Sin embargo, papá lo decía serio. Nada de mirarme de reojo y de sonreírme cómplice.

-Nunca te cases -decía-. El peor error de mi vida fue casarme.

Este último comentario lo hacía, por lo general, delante de mamá, lo cual me parecía una crueldad terrible.

-Gracias, ha sido un placer arruinarte la vida -decía mamá sin mostrar ni una sola emoción y luego se iba a la cocina a preparar la deliciosa comida de todas las tardes.



Papá decidió un día que había llegado el momento de que mi hermano y yo nos hiciéramos hombres, y para lograr tan noble empresa, compró un caballo.

-Desgraciada cantina donde se lo habrá ofrecido alguno de sus amigotes borrachos -reclamó mamá.

-Es para mis hijos -justificó papá su impulsiva compra.

El equino resultó ser un ejemplar albino de crines doradas.

-Anda, acarícialo -dijo papá-. No le tengas miedo, que puede olerlo.

Demasiado tarde. Fue terror a primera vista. La bestia del infierno me miraba con ojos enloquecidos y relinchaba cada que intentaba acercármele, o quizá era el comportamiento natural en un animal que de la noche a la mañana se vio rodeado trascabos, volquetes y otras máquinas pesadas.

Mamá me contó que la única vez que estuvo segura de que iba a morir fue gracias a un caballo que se desbocó, y de no ser por que era una jovencita robusta con fuerza de hombre hubiera salido disparada contra las rocas del rancho de su tío Andrés.

-Este caballo me lo recuerda mucho -dijo.

Papá jamás nos obligó a mi hermano y a mí a montar el caballo albino, o tal vez fuera que no le dio tiempo de convertir de una vez por todas en hombrecitos a sus retoños gracias a que su nueva adquisición amaneció tan tiesa como una barra de acero a los pocos días. Al realizarle la autopsia se descubrió que la dieta del infeliz animal consistió en todo tipo tuercas y tornillos y en una buena dosis de diesel que los mecánicos del taller vertían en su bebedero todas las mañanas para darle más caballos de fuerza.


* * *


Si el reloj marcaba las diez de la noche y las llantas del coche de papá no se oían chirriar contra el garaje, todos nos poníamos a temblar.

Durante un tiempo, los buenos tiempos, la mejor estrategia era apagar las luces de las habitaciones de la segunda planta y hacernos los dormidos. Si bien nos iba, papá amanecía dormido en una silla de la cocina. O tirado en mitad de la sala con un sándwich en la mano lleno de hormigas. Luego llegaron los tiempos malos. La crisis del ´94. Papá tuvo que cambiar su flamante auto último modelo por un volcho, y de ahí en adelante decidió que debía despertar a mamá para que le hiciera la cena como bien merecía un hombre que se rompía el lomo todo el día en una fábrica. Tenía dos métodos: uno, aventarle un almohadazo; el otro, levantarla a punta de insultos.

Una noche, pasadas las doce, escuchamos las llantas del volcho crujir sobre el garaje. Mamá nos pidió a mi hermano y a mí que nos quedáramos a dormir en su cuarto. Sólo yo accedí. Papá entró en la habitación, apreté con furia los parpados. Él encendió la luz y comenzó su ritual de palabrotas. Le regaló a mamá un repertorio de florituras dignas de un trailero. Ante este escenario, con mamá llorando sobre la cama, lo único que se me ocurrió fue abrir los ojos e ir a sentarme junto de ella y abrazarla. Y llorar como la hija que siempre quiso y finalmente tuvo, pero que dormía plácidamente en otra habitación.

-Vas a despertar a Bicho -dijo mamá en medio de sollozos.

-Cállate, pendeja -dijo papá aventando un cenicero que se hizo pedazos contra la cabecera de la cama-. Todo es tu culpa. Todo es tu pinche culpa.

Papá nunca le pegó a mamá, pero esa noche tuve mis dudas. Él se acercó a nosotros, mamá y yo llorando abrazados como unas magdalenas desamparadas, la sujetó del brazo y le volvió a decir:

-Todo es tu culpa, pendeja.

Los ojos desorbitados y llorosos de papá eran los de un borracho capaz de todo.

-Suéltala o te mato -dijo una voz en la habitación.

Era mi hermano. En pijama. Con su cuerpo de linebacker de los Acereros de Pittsburgh.

Papá ignoró a mi hermano como lo hizo conmigo. Como si nunca hubiera tenido hijos y ambos fuéramos unos fantasmas. Grave error. Mi hermano sujetó a papá por los brazos y lo empujó como un muñeco de trapo contra la pared.

Nunca supimos si papá se desmayó o se quedó dormido o simplemente fingió dormir o caer desmayado al perder su honor a manos de su primogénito. Fuera lo que fuera, mi hermano tomó de la mano a mamá y se la llevó a nuestro cuarto.

Apagué la luz del cuarto de mamá y en vez de irme con ella y mi hermano, subí a la azotea y me quedé allí preguntándome la madrugada entera qué demonios eran los que despertaba el alcohol dentro de ese señor que podía ser un ángel de día y un diablo de noche.



Un derrame cerebral sorprendió a papá en la lomita de pitcheo de la cancha de softball del Club Campestre al relevar a mi hermano luego de que al pobre le habían caído a palos desde muy temprano en la noche. Mamá y Bicho estaban en las tribunas, lo cual incrementó el horror. Faltaban pocos días antes de darle la bienvenida al cacareado milenio, lo cual lo hacía especial, al menos para papá y para millones de mexicanos, que esperaban con ansias, relamiéndose los bigotes, la entrada del nuevo Presidente de la República, que por primera vez en 71 años era uno que no pertenecía a la dictadura del PRI.

Todo esto ocurrió mientras yo me encontraba a cientos de kilómetros de casa; estaba en el DF y daba por sentado que era el hombre más feliz del mundo gracias a que papá me había pagado un boleto de avión para que fuera a visitar a mi primera novia, Paulina, psicóloga cinco años mayor que yo que conocí en las vacaciones de verano en Isla Mujeres. Gracias a Paulina descubrí mi vocación por las letras. Todas las noches en vez de hacer mis tareas de la universidad, me sentaba en la sala de la casa y me volcaba sobre mis libretas a componer toda suerte de poemas empalagosos, desbordados de miel, con una pasión y emoción que incluso superaba la emoción y pasión que sentía al pararme dentro de una cancha de fútbol.

-¿Mucha tarea? -preguntaba papá cuando llegaba sobrio a casa, muy orgulloso de ver a su hijo dedicado a las labores escolares.

-Sí -respondía con las mejillas coloradas intentando esconder mi vergüenza y las hojas de la libreta para que mi alma de escritor no fuera descubierta.


* * *


Papá agonizaba en la cama del hospital. Logré llegar a tiempo para verlo por última vez. Al entrar a la habitación quedé petrificado al observarlo conectado a una máquina. No parecía estar dormido. Tampoco muerto. Un par de enfermeras no me quitaron los ojos de encima. Tomé con vergüenza una de las manos de papá. Siempre había imaginado que de estar en una situación donde había que dar un discurso de despedida a algún ser amado, éste sería tan emotivo como los discursos que se decían en las telenovelas.

No fue así. Sostuve la mano de papá, tibia, porosas, de hombre trabajador, entre mis manos delicadas de señorita. Intenté concentrarme. Organizar mis ideas sobre el pib, pib, pib, de la maquina que indicaba que papá seguía aún con vida. Pensé en decirle muchas cosas: que fue un buen padre pese a sus innumerables borracheras, que lo amaba pese a todo, que fue un hombre ejemplar, recto, honorable, que era un borracho endiabladamente divertido cuando mamá no estaba a cien kilómetro a la redonda. Sin embargo, nada de eso me pareció tan importante o relevante en esos momentos como decirle que me perdonara por todas las veces que me vio en la sala desbordado sobre mis libretas, escribiendo supuestas tareas que me marcaban mis profesores para que un día fuera un flamante administrador de empresas que pudiera recuperar su fortuna dilapidada. Intenté confesarle que era un fraude. Que lo único que me importaba en la vida era crear mundos paralelos. Todo eso quise decirle de no ser por el bip, bip, bip, biiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiip de la maquina.


* * *


Papá no era un pendejo pero igual se murió. No lo hizo a lo grande como en sus sueños, es decir, estrellando una avioneta en el Gran Cañón del Colorado (nunca supe por qué eligió el Gran Cañón como sepultura en sus mortuorias fantasías) pero al menos se tomó la molestia de hacerlo rodeado de su esposa y sus tres hijos.

Papá padecía presión alta. El hermano de mamá, respetado médico familiar, le había advertido que tenía que dejar el alcohol y comer sanamente, o sea, estar muerto en vida para seguir viviendo. Papá ignoró la advertencia médica. Siguió bebiendo como cosaco y comiendo como cerdo.

-Antes muerto que dejar de tomar -dijo temerariamente.

Papá escupía sangre, cagaba sangre y siempre tenía el rostro colorado como un tomate. Cada que destapaba una lata de cerveza, el rostro feliz, se convertía en un kamikaze a bordo de una avioneta rumbo a el Gran Cañón de Colorado.





Nota: me fue imposible no publicar un capítulo de mi novela inédita luego de esta macabra coincidencia. ¿Cuándo voy a publicar toda mi novela en carne y hueso, o sea, en papel? Solo si este señor quiere. Traducción: puedes escribirle directamente a casciari@gmail.com y decirle: yo sí leería la novela de Rodrigo Solís.

martes, 6 de diciembre de 2011

Cachorro de colección en venta


Luego de dos semanas de gira artística, una enfermedad llamada dengue que me dejó tumbado en cama y encerrado en un departamento en el DF sin conexión a Internet, regreso a actualizar este blog rosa con un post que me dejará sin duda alguna como un mercachifle.
¿Eres una persona pudiente? ¿Solitaria? ¿Tienes alma filantrópica? ¿No ayudaste en el Teletón y te quedaste con ganas de salvar tu negra alma del Infierno? ¿Te gustan los animalitos pequeños?
Aquí están todas las respuestas que te ayudarán a no pasar una Navidad solo como un pobre perro.


Sí, un cachorro. Pero no cualquier cachorro. Este bello ejemplar es ni más ni menos que la hija de un perrito famoso.


Todos recordamos al adorable Taquito. Personaje de mi última novela. AQUÍ puedes ver bellas fotos de la interminable masculinidad de Taco. Y AQUÍ leer una de sus muchas aventuras, donde se demuestra que el bueno de Taco tiene genes indestructibles (que naturalmente ha heredado a su cachorro).


No dejes pasar esta oportunidad única. La hija de Taquito puede ser tuya por tan solo 10 mil pesos. Pero ojo, si dices que la viste en Pildorita de la Felicidad los duendes de la Navidad te harán un descuento de 2 mil pesos.
Oíste bien. Esta bella criatura peluda puede ser tuya por tan solo 8 mil pesos.

¡8 MIL PESOS!

¡Apártala YA!

lunes, 21 de noviembre de 2011

2011: El Año en Documentales


La semana pasada, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas (o A.M.P.A.S., los viejitos inútiles que le entregan los Oscares a las personas equivocadas cada año) publicó una lista de 15 documentales de entre los cuales cinco serán nominados al premio más importante de la industria del entretenimiento, y los diez restantes condenados a la vergüenza y el olvido.

Los 15 nominados a ser nominados son (haz clic en el nombre para ir a la página oficial de la película, en caso de que tenga):



Battle for Brooklyn, sobre un sujeto que lleva ocho años luchando para evitar que destruyan el barrio en el que viven él y otros pobres diablos para construir rascacielos y un estadio deportivo.



Bill Cunningham: New York, sobre un fotógrafo octogenario que lleva décadas retratando a celebridades y chiflados anónimos para las columnas de estilo del New York Times. Descárgalo.



Buck, sobre un vaquero que superó una infacia plena de abuso cortesía de su padre, un borracho desgraciado, y se convirtió en el mejor entrenador de caballos del mundo. Descárgalo.



Hell and Back Again, sobre las dificultades que enfrenta un soldado para reajustarse a su vida normal luego de combatir en la guerra de Afganistán.



If a Tree Falls: a Story of the Earth Liberation Front, sobre una de las mejores organizaciones ecoterroristas que actualmente operan en el mundo. En serio, si me dieran un peso cada vez que he querido quemar la casa de alguien por cortar un árbol... Descárgalo.



Jane’s Journey, sobre Jane Goodall, la encantadora (y seguramente olorosa) anciana de Gorilas en la Niebla, que a los 75 años sigue recorriendo el mundo para hacer el bien.


The Loving Story, sobre una matrimonio interracial y su batalla legal por permanecer juntos e interraciales en Virginia, EEUU, en la década de los 60's. Todavía no está disponible, pero mientras puedes descargar Interracial Hole Stretchers 6.



Paradise Lost 3: Purgatory, sobre tres basuras blancas que llevaban casi veinte años tras las rejas por (supuestamente) sacrificar a unos niños en un ritual satánicos. "Llevaban", porque a principios de este año fueron liberados, en parte gracias a la investigación efectuada por los realizadores de este documental y sus precuelas. (*a título personal: son culpables.) Descarga las primeras dos partes.



Pina, sobre una de las artistas más extraordinarias de la historia, la coreógrafa alemana Pina Bausch. Ahora, recemos porque alguien haga algo similar por Kazuo Ohno. Descárgalo, y de paso descarga el que ya existe de Kazuo Ohno. Vale la pena.



Project Nim, sobre la brillante idea de un grupo de científicos de criar a un pobre mono como si fuera un ser humano y las dificultades del infeliz para adaptarse a la vida como humano o como mono. Del director de Man On Wire.



Semper Fi: Always Faithful, sobre la lucha de un hombre por exponer una conspiración que involucra a la Marina de EEUU, responsable de la muerte de su hija.

Sing Your Song, sobre la vida de Harry Belafonte, su ascenso a la fama y su lucha por los derechos civiles en Estados Unidos y Africa.

Undefeated, sobre un equipo de fútbol americano, sumamente pobre y sumamente negro, que seguramente logra algo espectacular ("espectacular" según los estándares del fútbol americano) y derrite el corazón del público.


Under Fire: Journalists in Combat, sobre las dificultades que enfrentan los reporteros de guerra, tanto en el campo de batalla como al regresar a su vida cotidiana.



We Were Here, sobre los primeros años del SIDA y su efecto en la comunidad homosexual. Una seudo-secuela de esa maravillosa baratija documental que fue Gay Sex in the 70's. Del director de esa obra maestra que es The Cockettes.

¿Les interesa alguna? A mi tampoco. Tal vez la de Pina Bausch, y la del SIDA. Y la de los terroristas y la de Jane Goodall, porque creo en sus causas. Y la de Bill Cunningham, porque los viejitos maricones son lo máximo. Y la de los reporteros de guerra, y la tercera de Paradise Lost (ya ví las otras dos, ni modo que deje de ver ésta) y la del mono, porque admiro a su director. En pocas palabras, no me interesan las de soldados ni las de negros. Bah, me gustan mucho los documentales. Por lo general, el promedio de buenos documentales producidos en un año es superior al de cualquier otro género cinematográfico.

Las cintas preseleccionadas por la Academia cubren apenas una ínfima parte del panorama de cine de no ficción que pudimos disfrutar durante este año (o más bien, del cine de no ficción de este año que podremos disfrutar el año próximo). Algunas de las omisiones más notables realizadas por esta honorable institución fueron:


Senna, sobre el legendario piloto de F1 Ayrton Senna. Una omisión imperdonable, si consideramos que éste ha sido el documental más galardonado y de mayor éxito comercial del año. Descárgalo (¿a quién no le gustaría descargarlo? Ay, papá.)



Tabloid, sobre a una ex-reina de belleza que, al ser abandonada por el amor de su vida (un mormón que prefirió irse de misionero), decide secuestrarlo y abusar sexualmente de él para, según ella, rescatarlo de su Iglesia, a la que acusa de haberle lavado el cerebro. Dirige Errol Morris. Descárgalo.


George Harrison: Living in the Material World, sobre el miembro más gris del grupo de rock más grande de la historia. También es el más guapo, pero eso no es decir mucho. Dirigido por Martin Scorsese, ni más ni menos. Descárgalo, y si no te aburrió demasiado, descarga la segunda parte.



Page One: Inside the New York Times, sobre la gente que trabaja en la elaboración (y para mantener con vida) del periódico más importante del mundo. Descárgalo.


Being Elmo: A Puppeteer's Journey, sobre un negrito adorable que hace de este mundo un mejor lugar al dar vida a Elmo, el muppet consentido de Plaza Sésamo.

Into the Abyss, sobre un multihomicida a la espera de ser ejecutado en prisión, y el efecto tanto del crimen como del castigo en la gente cercana a él y a sus víctimas. Dirige Werner Herzog.

Magic Trip, sobre el viaje emprendido por Ken Kesey y Neal Cassady (el de On The Road) hacia la Feria Mundial de Nueva York. Dirige Alex Gibney, que ha hecho tantos buenos documentales. Descárgalo.


Además de esas omisiones notables, éste año produjo una amplia variedad de documentales semi-buenos, regulares y mediocres sobre personas que nos interesan poco o casi nada, como Bobby Fischer (descarga) o Conan O'Brien (descarga). Tal vez sean buenos, tal vez los veamos algún día pero de momento no, gracias. Si vamos a invertir noventa minutos en los desvaríos de alguien, preferiríamos hacerlo con...

Arirang, sobre el brillante cineasta Ki-duk Kim, por el brillante cineasta Ki-duk Kim. En Variety lo describen como "una experiencia similar a estar sentado junto a un borracho en un bar, que te recuerda una y otra vez que solía ser famoso, y que ahora conoce el sentido de la vida". Lo mismo puede decirse de todas sus películas, y hemos disfrutado cada una más que la anterior. ¿No es una maravilla ese tráiler?

Por motivos muy diferentes, también queremos ver...

Klitschko, sobre... boxeadores... rusos... Francamente, queremos ver a los hermanos Klitschko en poca ropa, golpeando sin clemencia a otros seres humanos. Ay, papá.

Y ya que andamos con mariconadas, no podemos dejar de mencionar a...


Justin Bieber: Never Say Never, sobre Justin Bieber, que aunque no me lo crean es una buena película. Bienaventurados los que vieron a la pequeña lesbiana mover su pelito en 3D.


Glee: The 3D Concert Movie, sobre la gira de Glee en Estados Unidos. Aunque honestamente, si no lo vimos en su momento, ya no tiene caso que lo veamos. O sea, Sam y Zizes ya ni siquiera existen, Mercedes ya es novia del otro negro despreciable y se separó de New Directions, igual que Brittany y Santana, que ahora son novias. Tina es una nulidad (igual que antes) pero Mike ya debe ser tercer lead, luego de Rachel y Blaine (no es que no queramos a Finn, pero éste es el show de Rachel, Blaine y Mike Chang... y Brittany y Santana). El paralítico y Puck y la otra güera dan hueva, así que es mejor no hablar de ellos. Por cierto, Mercedes es una gorda de mierda y la odiamos pero casi (*CASI*) podemos perdonarla luego del mashup de Adele que hicieron las Troubletones la semana antepasada, ay que cosa tan linda.

Para los que no son tan putos, pero tampoco son tan machos, también encontramos un puñado de buenos documentales de cine. "Buenos" porque nos encanta el tema, así que los disfrutamos a pesar de ser video-baratijas que abusan del gastadísimo formato entrevista-material de archivo. Así y todo, todo nerd ("geek", para los nuevos) que se precie de serlo no puede dejar pasar...

Corman's World: Exploits of a Hollywood Rebel, sobre uno de los productores más influyentes en la historia de Hollywood, responsable de una generosa ración de la felicidad de la que hemos gozado en esta vida.

Herschell Gordon Lewis: The Godfather of Gore, sobre el creador del género gore, nada menos. Si estás familiarizado con sus películas, en especial las clásicas Blood Feast y Two Thousand Maniacs, te espera una grata sorpresa. Descárgalo.

More Brains! A Return to the Living Dead, sobre el clásico ochentero de zombis. No es un tema terriblemente interesante, pero al igual que en el de HGL, gran parte de la diversión es ver lo viejos y chiflados que se han vuelto todos los que salieron en la película. Descárgalo.


Terminamos nuestro recuento de los documentales del año con lo mejor de lo mejor, las películas que llevan meses atormentándonos con su existencia porque no podemos verlas; aquellas por las que haríamos lo inimaginable: pagar buen dinero con tal de gozar unos minutos del privilegio de su compañía.


The Ballad of Genesis and Lady Jaye, sobre el ambicioso proyecto del artista Genesis Breyer P-Orridge y su esposa Lady Jaye, que decidieron convertirse en imágenes idénticas uno del otro mediante el abuso de la cirugía plástica.


The Advocate for Fagdom, sobre el artista y ponógrafo canadiense Bruce LaBruce, cuyo ensayo Meet Andrew, the anti-Ellen tuvo un efecto más profundo en nuestra (de)formación personal que casi cualquier otra cosa en la que pueda pensar:

"The dull, innocuous, Uncle Tom-esque figures that have been propped up by gay activists as the new face of homosexuality do a grave disservice to their witty, effervescent, and vastly entertaining -- not to mention subversive -- closety counterparts of yesteryear."



Beautiful Darling, sobre la vida y obra de Candy Darling, estrella del underground neoyorkino en tiempos de Warhol. Cada año alguno de los oportunistas del séquito de Andy Warhol saca un libro o un documental, que disfrutamos con un fervor casi religioso. ¡Qué lugar! ¡Qué epoca! Como París en los veintes, pero sin el talento.


Limelight, sobre el club nocturno más decadente que ha jamás ha existido (¿más que Studio 54? Probablemente. Que alguien haga un documental que demuestre lo contrario. Y que hagan uno acerca del Mineshaft o del Anvil) Mientras lo esperamos podemos ver Party Monster, otro estupendo documental ambientado en ese feo y maravilloso mundo.



Squeezebox!, sobre otro club noventero pansexual que marcó época, el último refugio de los mañosos durante la administración de Giuliani.


!Women Art Revolution, sobre las mujeres que dejaron huella en la escena del arte contemporáneo. ¡Carolee Schneeman! ¡Judy Chicago! ¡Barbara Hammer! ¡Janine Antoni! ¡Martha Rosler! ¡Hanna Wilke! Y muchas otras viejas locas con las que estoy menos familiarizado, pero que seguro hacen cosas horribles que no hemos visto antes (por eso nos gusta el arte).


The Black Power Mixtape 1967-1975, sobre la evolución del Movimiento de Poder Negro. Lo integran entrevistas realizadas a activistas, líderes y artistas por una televisora sueca durante las décadas de los 60's y 70's, que fueron descubiertas recientemente.

Crazy Horse, sobre el mejor show de putas, perdón, espectáculo de cabaret y burlesque del mundo, en el que las tetas más redondas son sometidas a las coreografías más espectaculares para deleite del público.

Orsai 2011


Sobran las palabras, así que no diremos nada. AQUÍ nuestro granito de arena.






Cristo recluta “comediantes”


Que Dios me perdone (si existe) pero hay dos personas, no, mejor dicho, tres personas, que si llego a topármelas en la calle, juro que les reviento una cachetada; una cachetada es más humillante que un puñetazo en la nariz. Esas personas son (las menciono en orden indistinto, las desprecio por igual) Adal Ramones, Yordi Rosado y Kristoff. Ah, y también el Faisy. Este póker de indeseables son la encarnación del patetismo y del entretenimiento de dos pesos que reina en este país sin sentido del humor. Los guías espirituales de los xavos. Las marionetas que usan las televisoras para terminar de podrirle el cerebro a la gente.

Fin de mi rabieta. Vayamos al grano.


http://youtu.be/C2s4_mr6QaU


Observen a la esposa de Adal Ramones. Miren como no le cree una sola palabra al merolico de su esposo. Transpira incomodidad. Su mandíbula cruje. Desea en silencio que termine el monologo más insufrible de la historia. Que le suelten de una puta vez la mano.

Y para los que no terminaron de ver el video, mi querido Eduardo Huchín es un profeta.