viernes, 24 de junio de 2011

Un viejo sabio




Hurgando entre las cosas de mamá (lo siento, un escritor que regresa a vivir a casa de su mamá tiene demasiado tiempo libre), descubrí una carta de mi abuelo papá Abu dirigida a mi abuela Icha.






Al parecer mi abuelo fue más que el viejo calvo cascarrabias que en mi infancia cuestionaba todos mis estados de ánimo, que en realidad eran solo dos: felicidad y melancolía.


Junio 17 – 1978

CHANGUITA LINDA:

Tu estado de ánimo me ha venido preocupando y desde hace algunos días he querido platicar contigo; pero, como por lo regular en nuestras pláticas “no nos entendemos” porque nos interrumpimos, nos exaltamos, etc. opto por ponerte estos renglones. Por favor, léelos con calma y deseo fervientemente haber entendido tu “problema” y que mis puntos de vista los aceptes…… Me das la impresión de que YA TE CANSASTE DE QUERER DESINTERESADAMENTE Y AHORA QUIERES RESIPROCIDAD. Pienso esto porque con frecuencia pronuncias la frase de “ya no me quieres”; principalmente cuando se trata de tus familiares; ESTOY ABSOLUTAMENTE seguro de que no es así; te siguen queriendo igual y si no se comunican contigo frecuentemente y eres tú quien tiene que hablarles, es porque ellos tienen sus problemas que AFORTUNADAMENTE nosotros no tenemos. Además, tú tienes medio de locomoción y “chofer” a tu disposición aunque a veces sea a “regañadientes”, pero ellos no tienen estas facilidades. Te quejas de tu hermano Ramiro porque no te llama o viene a verte; ten en cuenta su edad, sus problemas de salud y lo difícil que se les hace venir a visitarnos; ¿tú lo visitarías si tuvieses que ocupar camión? Y así otros muchos casos que podría mencionarte. Tus sobrinas también te quieren y ellas necesitan que tú no te alejes. Búscalas y oriéntalas que bien lo necesitan. Y así el resto de tu familia y demás amigas con quienes estabas siempre en contacto recién llegados a ésta. TU SIGUES SIENDO la misma personita cariñosa y atenta de siempre…. ¿porqué entonces has de pensar que la gente te quiere ahora menos? Además, no te preocupes que la gente te quiera menos… es problema de esa gente. Debe preocuparte que tu cariño hacia esa gente AMINORE. Si esa gente ya te quiere menos, compadécelos y tu amor hacia ellos trata de que aumente. Para terminar quiero mencionarte una frase que leí hace mucho y que seguramente conoces: “Es una desgracia no ser amado, pero es una maldición no saber amar”. Si en un momento agradable o en una desgracia se acordaron de ti solamente DOS de tus muchas amistades, síguelos queriendo a todos y no tengas resentimiento alguno contra los que no te tuvieron pendiente; sus motivos habrán tenido para no hacerlo.

Si estoy equivocado en mis apreciaciones y no es este el motivo de tu estado actual de ánimo, ojalá pudieses platicarme cuál es la realidad.

Con todo mi amor y mejores deseos de que vuelvas a ser la “Campanita” que te dicen tus hijos.



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